
El paso del tiempo, la humedad, la facilidad de limpieza, su estilo o el uso que se le va a dar son algunos criterios muy importantes para considerar antes de elegir el suelo de tu hogar.
También es crucial saber cuáles son los tipos de suelos para casas, y las características de estos.
Para que lo tengas más claro, aquí tienes un denso listado con los más importantes:
¿Cuáles son los tipos de suelos para casa más comunes?
Piedra natural
Dentro de la piedra natural encontramos diferentes tipos, como puede ser el granito, mármol o la pizarra.

La ventaja de apostar por la piedra natural para dar forma a nuestro suelo es su gran resistencia. Pueden aguantar, incluso, aunque las condiciones sean extremas. Por ejemplo, son perfectos para suelos de exterior, ya que aguantan bien la humedad, el impacto directo de los rayos del sol, el tránsito elevado.
Ahora bien, el coste es un tanto elevado.
Antes de elegir un tipo de piedra natural, habrá que estudiar las características de esta; el mármol no es un material muy interesante para el suelo de un baño, pero si para las paredes. En cambio, la arenisca, debido a su condición antideslizante, sí que es perfecta para el suelo.
Baldosa
Dentro de las baldosas podremos encontrar dos grandes tipos de suelos para casas: porcelanatos y cerámicas.

Dependiendo del tipo que se elija, podemos encontrar precios más o menos dispares.
El principal contra de las baldosas lo encontramos en su complicada instalación: necesitaremos de un profesional especializado que sepa lo que se hace.
A cambio, el mantenimiento que las baldosas deben llevar es bastante sencillo. También aguanta muy bien la humedad y la luz del sol.
Es posible encontrar las baldosas en todo tipo de tamaños, estilos y colores. Ahora bien, es conveniente reservarse algunas por si tuviéramos que hacer algún reemplazo en el futuro.
Hormigón y microcemento
Es una alternativa más económica que la piedra natural o la baldosa. Se puede adaptar sobre cualquier tipo de suelo (con la salvedad de que este ya debe haber sido instalado).

Se pueden crear diferentes estilos completamente lisos. Debido a esta característica, es una buena solución para evitar las infiltraciones, para suelos de exterior.
El problema vuelve a ser la instalación, y es que necesitaremos a un equipo especializado que se encargue de todo. Por fortuna, la limpieza y el mantenimiento son procesos sencillos.
Madera natural
Cuando nos preguntamos sobre los tipos de suelos para casas, casi seguro que pensamos en la madera natural como una de las opciones principales. Y es que este tipo de suelo se ha convertido en una auténtica tendencia en los últimos años.
Su valor añadido por excelencia es la calidez: ayuda a que la casa se mantenga caliente en invierno y a que no sea muy fría con la llegada del verano.

Es una interesante opción para adaptarse a cualquier diseño, es sencillo de limpiar y, aunque lo pisemos descalzos, resultará muy agradable.
Ahora bien, no es una buena opción para colocar en la cocina, en el baño, o en lugares húmedos. La razón de ello es que puede coger humedad, aunque existen productos que permiten tratar la madera para que esto ocurra.
También requieren de mantenimiento, en especial si estamos hablando de lugares donde hay mucho movimiento.
Otro problema de este tipo de suelo es el precio, bastante más elevado que otras opciones.
Tarima flotante
La tarima flotante está formada principalmente por madera maciza o noble.
El término de flotante se refiere a la forma de instalación: el pavimento no se clava ni se pega, sino que se instala en el forjado a un determinado nivel.

El problema que tiene es el precio del material, algo elevado incluso en las calidades más ajustadas. Sin embargo, la instalación no es tan costosa, permitiéndonos ahorrar algo de dinero por ahí.
La tarima flotante soporta muy bien las altas o bajas temperaturas, la presión, la luz del sol incluso evita la proliferación de moho. Tampoco requiere de mucho mantenimiento.
Suelos laminados
Estos suelos están compuestos por diferentes capas de materiales sintéticos, formando una serie de láminas.

La primera capa es transparente y se emplea para proteger la lámina; además, se puede encontrar en diferentes materiales y texturas. El resto de capas le conferirá un aspecto más realista y le protegerán ante la humedad u otros estragos.
Suelos de vinilo
Son una opción bastante económica que ha revolucionado el sector. Se pueden adaptar sobre un suelo ya creado y la instalación la puede hacer cualquier persona, con un poco de maña y de conocimiento.
Aguantan muy bien la humedad, algo que hace que muchas personas se decidan por el suelo vinílico para la cocina o para el cuarto de baño. También contribuyen a aislar el calor o el frío.
El problema lo encontramos en su resistencia: no es muy recomendado para lugares con mucho movimiento.
Moqueta
Son sencillas de colocar y aportan mucha calidad al entorno.

Su gran inconveniente es que no son fáciles de limpiar, y es que suelen acumular mucha suciedad.
El precio es muy variable, dependiendo del tipo de moqueta que se busque y de la superficie a cubrir.
Con este completo listado ya conoces los tipos de suelo para casas. Para un asesoramiento personalizado no dudes en contactar a Carpinteros Servihogar, carpintería a domicilio en Valencia.